El otro día mi madre me soltó esta perlita cliché: "Amores reñidos, amores queridos". He visto parejas que de tanto quererse se odian y esa electricidad que hace que se sientan vivos la percibo como una pasión loca. Y a veces he querido sentirlo, sólo por probar. Sarna que con gusto pica. Pero ya no me pica esa curiosidad.
Mi madre siempre tiene razón. Así que creo que lo que no está bien de esa frase es la manera en que la he interpretado siempre. Yo creo que quiere decir que al amor hay que darle la papilla todos los días. Que no vive del aire y que si te olvidas riñes. Y que reñir es un recordatorio de "quiéreme mejor". Y si aprendes a querer mejor cada día al que tienes al lado entonces es que algo estás haciendo bien. Y entonces tu amor, el que compartes, es querido. Por 2.
No sé si me hago mayor o si es que te quiero mucho. He comprendido que el amor es paz. Contigo es todo tan fácil que quererte es como respirar.
Y aquí acaba mi cursilada del 9 de mayo.
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