Repasando las fotos de Lisboa saco dos conclusiones. La primera es lo enamorada que estoy de esta ciudad. La segunda es que tengo que aprender a sonreír en las fotos. Son los dejes de haber llevado aparato el año pasado, que con tal de esconder los braquets siempre parece que esté cabreada o triste, con lo feliz que soy yo en Portugal! Tengo que decirle a G que me enseñe, porque el está guapisimo en todas.
De Lisboa sólo puedo decir cosas buenas...a quien le gusten las fachadas de azulejos, los tejados rotos, las calles decadentes de colores, sentirte en una película antigua mientras paseas, las ciudades de girar una esquina y encontrar algo que no esperabas, los bares de estar como en casa, los dulces tradicionales, el acento portugués y los tranvias amarillos...esta será la ciudad perfecta.
Recomendación Gamburgers: Pavilhao Chinés, en el Barrio Alto de Lisboa. Intentaría describirlo con palabras pero nunca conseguiría retratar su encanto.
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